Juana Mejía
En la sabiduría de nuestras comunidades, hay manos que transforman lo simple en arte, en historia, en identidad. Doña Juana Mejía es una de esas portadoras del saber ancestral. Su oficio gira en torno a la totuma, un fruto humilde y versátil que, bajo su mirada creativa, cobra vida en forma de recipientes, instrumentos musicales, utensilios de cocina, objetos decorativos, artesanías e incluso elementos con usos medicinales.
Desde muy joven, Juana aprendió de sus mayores el cuidado con el que se recoge, se seca, se talla y se transforma la totuma. En cada pieza que crea, hay una conexión con la naturaleza, con la memoria del territorio y con el ingenio del pueblo. Lo que para algunos puede parecer un simple fruto seco, en sus manos se convierte en cultura viva.
Lo más valioso de su saber es que no lo guarda para sí. Doña Juana enseña a niños, jóvenes y curiosos que se acercan a su taller, con la certeza de que el conocimiento que no se comparte, se pierde. Así, con cada totuma que entrega, deja también una semilla de aprendizaje y pertenencia.
Su trabajo es testimonio de cómo el arte popular y el uso consciente de los recursos naturales pueden mantener vivas nuestras raíces. Con creatividad, paciencia y amor por lo suyo, doña Juana Mejía convierte la totuma en un símbolo de resistencia cultural y de orgullo colectivo.
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